Colegio hermano miguel la salle cuenca online
Francisco Febres Cordero nació en el seno de una familia que siempre se ha destacado en la política ecuatoriana. Lisiado de nacimiento, tuvo que superar la oposición familiar para realizar su vocación de religioso laico, siendo el primer ecuatoriano en ser recibido en el Instituto.
El Hermano Miguel fue desde el principio un maestro dotado y un estudiante diligente. Cuando aún no había cumplido los veinte años, publicó el primero de sus muchos libros, una gramática española que pronto se convirtió en un texto estándar. Con el tiempo, sus investigaciones y publicaciones en el campo de la literatura y la lingüística le pusieron en contacto con eruditos de todo el mundo y se le concedió el ingreso en las Academias Nacionales de Ecuador y España. A pesar de los altos honores académicos, la enseñanza siguió siendo su primera prioridad, especialmente sus clases de religión y para los jóvenes que preparaba para la primera comunión. Sus alumnos admiraban su sencillez, su franqueza, su preocupación por ellos y la intensidad de su devoción al Sagrado Corazón y a la Virgen María.
En 1907 pasó por Nueva York de camino a Bélgica, donde había sido llamado para traducir textos al español para uso de los Hermanos recientemente exiliados de Francia. Su salud, siempre delicada, no se adaptó fácilmente a los rigores del clima europeo. Trasladado al noviciado menor de Premia del Mar (España), durante un estallido revolucionario en 1909 supervisó una dramática evacuación de sus jóvenes pupilos hacia la seguridad de Barcelona, al otro lado de la bahía. Poco después de que pudieran regresar, contrajo una neumonía y murió en Premia, dejando tras de sí una notable reputación como erudito, profesor y santo.
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Francisco Febres Cordero nació en el seno de una familia que siempre se ha destacado en la política ecuatoriana. Lisiado de nacimiento, tuvo que superar la oposición familiar para realizar su vocación de religioso laico, siendo el primer ecuatoriano en ser recibido en el Instituto.
El Hermano Miguel fue desde el principio un maestro dotado y un estudiante diligente. Cuando aún no había cumplido los veinte años, publicó el primero de sus muchos libros, una gramática española que pronto se convirtió en un texto estándar. Con el tiempo, sus investigaciones y publicaciones en el campo de la literatura y la lingüística le pusieron en contacto con eruditos de todo el mundo y se le concedió el ingreso en las Academias Nacionales de Ecuador y España. A pesar de los altos honores académicos, la enseñanza siguió siendo su primera prioridad, especialmente sus clases de religión y para los jóvenes que preparaba para la primera comunión. Sus alumnos admiraban su sencillez, su franqueza, su preocupación por ellos y la intensidad de su devoción al Sagrado Corazón y a la Virgen María.
En 1907 pasó por Nueva York de camino a Bélgica, donde había sido llamado para traducir textos al español para uso de los Hermanos recientemente exiliados de Francia. Su salud, siempre delicada, no se adaptó fácilmente a los rigores del clima europeo. Trasladado al noviciado menor de Premia del Mar (España), durante un estallido revolucionario en 1909 supervisó una dramática evacuación de sus jóvenes pupilos hacia la seguridad de Barcelona, al otro lado de la bahía. Poco después de que pudieran regresar, contrajo una neumonía y murió en Premia, dejando tras de sí una notable reputación como erudito, profesor y santo.
San Miguel
Francisco nació lisiado en el seno de una familia ecuatoriana influyente y no pudo mantenerse en pie hasta los 5 años. En 1864 ingresó en una escuela lasaliana y posteriormente ingresó en el noviciado el 24 de marzo de 1868; fue el primer ecuatoriano en ser recibido en el Instituto.
Francisco Miguel, nombre que asumió después de convertirse en Hermano de La Salle, decidió dedicarse a la enseñanza como carrera. También investigó y escribió libros sobre literatura y lingüística, lo que le valió ser miembro de la Academia Ecuatoriana de las Letras en 1892, seguida por las Academias de España, Francia y Venezuela.
En 1907, el Hermano Miguel fue enviado a Europa para traducir textos al español, que iban a ser utilizados por los Hermanos de las Escuelas Cristianas exiliados de Francia. En 1909, fue trasladado al noviciado menor de Premia del Mar, donde supervisó la evacuación de sus cargos a Barcelona. Poco después, contrajo una neumonía y murió en Premia.
Cerveza San Miguel
Hoy se conmemora el 103 aniversario de San MiguelPosted On 09 Feb 2013El Hermano Miguel nació en Cuenca el 7 de noviembre de 1854, desde muy joven mostró su interés por la enseñanza. Estudió en el Colegio La Salle de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, allí cimentó su fe religiosa como sacerdote dedicado a educar y enseñar el evangelio.
Formó parte de un grupo de maestros de escuela y a lo largo de 37 años enseñó a los pobres y fue catequista, abogado, director de la escuela comunitaria El Cebollar, etc. Hombre de vasta cultura que luchó por el mejoramiento de la educación con textos que él mismo preparó sobre diversos temas e hizo traducciones, historias sagradas, libros de oraciones y folletos.
El gobierno de Ecuador lo declaró como maestro ejemplar en 1977, año en que Pablo VI lo beatificó. En 1984, en la memorable visita del Papa Juan Pablo II a Ecuador, el Hermano Miguel fue elevado a los altares.